El Poder

Existen dos formas de estudiar la naturaleza de las cosas. Una es con números, y en eso está embarcada la ciencia. Otra es con cualidades, y ahí es donde está enfrascada la otra investigación, la que nos importa como seres humanos. Esta otra, que no sale en las noticias y no recibe premios Nóbel, lleva miles de años intentando comprender qué nos pasa, y tiene algunas respuestas e innumerables preguntas abiertas.
Y os cuento esto porque es importante para entender lo que voy a explicar ahora. Algo que es importante para ti, para Malena, y para todos nosotros. El significado de lo que llamamos Poder. Poder es capacidad de hacer algo. A veces se siente como una fuerza irresistible que te empuja en una dirección. Y cuando falta, nos sentimos impotentes, débiles, tenemos miedo, estamos perdidos.
Para toda cualidad que existe en el universo, hay una interpretación humana. Y nuestra civilización ha creado una mística del Poder. Poderoso es aquel que nunca es vencido. Poderoso es aquel que puede conseguir todo lo que quiere. Y los que no consiguen lo que quieren son impotentes, víctimas, personas sin valor. Lo terrible de esta mística del poder es que cuando somos débiles lloramos con un desgarro interior porque lo somos, o nos desvalorizamos tremendamente al juzgarnos con relación a lo que deberíamos ser, el que lucha, el que no se dejará vencer. Como si todo estuviera en nuestras manos y pudiéramos conseguir lo que queremos. Qué ingenuidad la nuestra.
Lo que sabemos es que el poder, como toda cualidad, es una marea cósmica. Y como toda marea tiene sus puntos altos y sus puntos bajos. Cuando estás en la cresta de la ola, no puedes aferrarte a ella para no caer. Lo único que puedes hacer es intentar es caer con elegancia. Porque la caída forma parte del poder. Doblar las rodillas y descubrir que todo está en manos de algo más profundo y más inmenso que nosotros mismos, ésa es realmente una manifestación de Poder en la impotencia. Dentro del más poderoso de los hombres, yace el más impotente de los cobardes. Por eso siempre se acompañan en la vida real y en las historias. Tendemos a creer que la ola del poder es nuestra, y la de la impotencia algo que nos pasa. Pero no pueden existir la una sin la otra. Actúa cuando llegue el momento de poder y detente cuando no puedas más. Eso es sabiduría.